Logro de Cevaxin y científicos panameños frente a estudios de investigación en vacunación contra la poliomielitis
“El médico competente, antes de dar una medicina a su paciente, se familiariza no sólo con la enfermedad que desea curar, sino también con los hábitos y la constitución del enfermo.” Marco Tulio Cicerón
En el último tiempo, la globalización ha logrado conectar a la población mundial, acortando distancias, aumentando el movimiento de personas internacionalmente y facilitando el acceso global e inmediato a cualquier tipo de información. Partiendo de esto, se podría establecer que este elemento transversal ha beneficiado al mundo en temas de conexión y accesibilidad, lo cual es verdad. De igual forma, también es cierto que ha profundizado disyuntivas sociales y políticas, referentes a contextos globales como la inmigración de civiles ilegalmente de un país a otro; ha reducido el contacto físico y las relaciones humanas; y ha acrecentado las dificultades en planos de salud pública y salubridad en el mundo.
Factores pertenecientes al accionar humano, ligados a elementos definitorios en el complejo escenario de la vida como los pueden ser la calidad, la productividad, el relacionamiento o la efectividad, han primado en el último tiempo, por encima de valores fundamentales como el respeto, la seguridad o la esperanza misma. En pro de ser más y más productivos, el espectro de salud en el mundo ha ingresado en muchos periodos de la historia humana, a segundos y terceros planos. Igualmente, la labor ejercida por la hombre en las últimas décadas, en torno a procesos de inmunización, desarrollo de nuevos medicamentos y campañas en pro de la consciencia y la medicina preventiva, son luz en el camino y eje del sostenimiento vital, tanto en el presente como en la vida de nuevas generaciones en el futuro.
Derivando en el aporte local y regional como punto de partida, el avance de Panamá en investigación científica ha fortalecido la optimización en procesos de inmunización, además de proyectar nuevas formas y caminos para comprender y descifrar más a fondo el comportamiento humano. Todo en línea del aprendizaje detallado del sistema inmune y por consiguiente, a favor de la consecución progresiva de una mejor calidad de vida. Desde sus orígenes, Panamá ha venido fortaleciendo cimientos sólidos en medicina y salud, gracias a la amplia inmigración de profesionales a lo largo del siglo XX y XXI. En el caso del país, la inmigración ha conseguido construir nación, aportando conocimiento y experiencia a cada uno de los sectores públicos/privados, incluidos el sector médico y de salud. La creación y construcción del Canal de Panamá a principios del siglo pasado, atrajo un gran número de extranjeros, incluidos médicos y científicos estadounidenses los cuales contribuyeron puntualmente en el desarrollo investigativo de medicina tropical, transformando al país en el principal centro de estudios científicos en la región.
Los avances en salud y tecnología han transformado la manera de pensar y actuar en la vida de los panameños. El aumento del desarrollo de aplicaciones digitales que buscan facilitar la operación y aplicación de procesos en “telesalud” y “telemedicina”, la incorporación de tecnologías en inteligencia artificial dentro de áreas empresariales como el servicio al cliente o la aplicación de avances en robótica en el entorno científico, destacan como Panamá ha logrado adaptarse al proceso de globalización y a esta era digital que resalta el aporte tecnológico en cada uno de los procesos de la vida humana. Ejemplos como la rápida acción del país aislando la cepa viral de la gripe A-H1N1 y entregándolo a departamentos reguladores de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2009, exponen acciones poco ordinarias que siguen situando a Panamá como referente en salud, tecnología y procesos en la región.
La coexistencia efectiva entre empresas privadas, el sector público y el estado en Panamá reducen significativamente procesos burocráticos, avanzando rápidamente en la aplicación de medidas y proyectos de ley que incentiven la inversión, el desarrollo tecnológico y el avance científico en pro de la salud y la calidad de vida en Panamá. El doctor Jorge Motta, exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges) y exsecretario de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), señala cómo la presencia del Estado en Panamá ha facilitado la aplicación de proyectos sociales, permitiendo el acceso y relacionamiento con empresas privadas, de manera segura y progresiva. “En estas naciones los proyectos son financiados en gran parte por el sector privado, pero en el caso de Panamá, todavía estamos lejos de que eso ocurra porque el Estado hoy carga el mayor peso de financiamiento para las investigaciones”.
Panamá sobresale en estudio contra del Polio
La efectiva ejecución de procesos de inmunización, teniendo en cuenta la simbiosis entre Estado y empresas privadas que ha llevado a Panamá a tener avances progresivos en salud en las últimas décadas, es fruto en gran parte, del nacimiento de iniciativas privadas que buscan fortalecer al sector salud en el país y mejorar la calidad y esperanza de vida en la región. Entidades como el Centro de Investigación y Estudios Clínicos en vacunas Cevaxin y VaxTRAILS, una organización boutique en investigación clínica (CRO por sus siglas en inglés) la cual ofrece soluciones en administración y monitoreo en procesos de ensayos clínicos de vacunas, han implementado el conocimiento a través de pilares como la investigación, con mira en la búsqueda de soluciones innovadoras a favor de la salud en Panamá, América y el mundo.
La existencia de entidades privadas en Panamá como las mencionadas previamente, no es una mera casualidad o resultado de un estallido creativo en el país. Es el resultado de las necesidades latentes e históricas que han existido en el último tiempo en la región y en el mundo. Al ser Latinoamérica una de las principales regiones en el planeta con un mayor y diverso (etnias, razas orígenes, etc.) grupo poblacional, el desarrollo de estudios en vacunación se ha convertido en una ruta de análisis e investigación, gracias al comportamiento tan diferente de enfermedades en distintos subgrupos poblacionales, raciales y culturales. Este caldo de cultivo, ha fortificado la investigación he impulsado nuevas campañas, iniciativas y estudios médicos que han reforzado la calidad de vida y han aportado data suficiente para proyectar y prevenir enfermedades y padecimientos a futuro.
En consecuencia, Panamá y Latinoamérica han asumido un papel de liderazgo científico al ser una fuente de estudios de investigación en vacunas para el mundo. La rápida inscripción y los altos niveles de adherencia por parte de la población, le han otorgado gran reconocimiento a Panamá al forjar procesos investigativos que cada vez incluyen nuevos subgrupos poblacionales, generando mayor cobertura en salud, además de un mayor espectro de datos que sigan empoderando el conocimiento y la investigación del país. Del mismo modo, los avances en infraestructura en la región y el crecimiento en investigación reflejado en el comportamiento del mercado, también han consolidado el desarrollo de estudios clínicos, de la mano de distintas CRO’s a lo largo y ancho del continente.
Retomando la unidad consecuente de la simbiosis entre el sector público y empresas privadas en Panamá, el crecimiento investigativo y los avances en salud pública en los últimos diez años, han demostrado que el trabajo en conjunto en pro de fines en común, es el principal camino en la consecución de resultados en el corto y mediano plazo. En el primer semestre de 2014, un grupo de científicos panameños, respaldados por fondos internacionales como la Fundación Bill & Melinda Gates, lideraron un estudio investigativo en torno a la lucha por la erradicación total del polio en el mundo. El estudio forjó en su momento, un amplio conjunto de información, el cual ha dado pie no solo para contribuir con la erradicación del polio, sino para investigar más a fondo otro tipo de enfermedades y patologías que aún siguen agraviando a la población en Panamá y el mundo.
Desde finales del año 2014, a la fecha, esta investigación clínica ha tenido un gran impacto internacional, logrando ser publicada en medios como The Lancet y ha consolidado cimientos sólidos entre empresas privadas, organizaciones sin ánimo de lucro y estados. De igual forma, los resultados obtenidos han sido fundamentales en la toma de decisiones frente al accionar a futuro en el contexto de procesos de inmunización. A su vez, estos resultados exponen el avance científico de Panamá y la región, fomentando un mayor vínculo con organizaciones internacionales como la OMS y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. En el estudio participaron investigadores del Global Research Infectious Diseases, con base en Río de Janeiro, Brasil, del Center for Vaccinology en Ghent, Bélgica, del Instituto de Pós-Graduação Carlos Chagas en Río de Janeiro, del Center for Disease Control and Prevention en Atlanta, Estados Unidos y como se ha mencionado previamente el respaldo y contribución de la Bill & Melinda Gates Foundation desde Seattle, Estados Unidos. Los resultados adquiridos mancomunada e internacionalmente, son la fiel representación del trabajo en equipo en pro de beneficios comunes.
Un proceso de investigación con frutos sociales Como toda enfermedad que busca adaptarse a los diferentes condicionantes que se encuentran en el ambiente (temperatura, humedad, altitud, presión, etc.) y lograr alterar el funcionamiento vital de un organismo, la necesidad de generación de una vacuna inactivada de alta dosis contra el poliovirus salvaje de tipo dos (atenuado), es una medida de choque útil para contrarrestar cualquier nuevo brote o variante del virus. A raíz de esto, se pudo identificar y analizar una mayor efectividad, en términos de rapidez e intensidad, de la vacuna inactivada de elevada concentración, al concebir que más del 90% de los “sujetos de estudio” (niños y niñas) forjaran una protección total ante una sola dosis de la vacuna. Por su parte, la vacuna inactivada trivalente convencional logró que el 75% de los sujetos alcanzar una protección total.
Gracias a estos resultados, la implementación de procesos de inmunización por medio del uso de la vacuna inactivada de alta dosis, ha reducido el uso de vacunas orales (Sabin), las cuales son levemente propensas a inducir el virus de la poliomielitis por vacunación. Igualmente, se estableció un alto porcentaje de protección con la vacuna inactivada, reduciendo de igual forma la vacunación a través de la vacuna inactivada trivalente convencional. La erradicación total de la poliomielitis en el mundo está pronto a llegar y este estudio ha derivado en grandes conclusiones a favor de este fin. El manejo burocrático que se le ha dado a estas políticas de salud pública en Panamá, sumado de alianzas internacionales ligadas al aporte de capital, tecnología y conocimiento, han sido factores preponderantes en el proceso de desarrollo y construcción de una sociedad panameña y un mundo cada vez más sano y libre de barreras que perjudiquen la calidad de vida.
Finalmente, cabe resaltar que este estudio realizado por científicos panameños es solo un punto de inicio para seguir posicionando a Panamá y al centro de investigación médica Cevaxin, como referentes de investigación científica en Latinoamérica y el mundo. La crisis mundial que se vive a causa del Covid-19, no solo ha dejado afectaciones para la sociedad, sino también, en casos como el de Panamá, ha proyectado un aumento en el interés de jóvenes por el estudio de carreras ligadas a las ciencias médicas (medicina, bacteriología, virología, biotecnología) y a la agroindustria.